Entrevista/Los viajes de gobiernos y grandes instituciones (GITT) se han convertido en un nicho de mercado con gran potencial de desarrollo, “dada la importancia de fenómenos como la globalización y las relaciones internacionales, así como las necesidades de los proveedores de servicios de especializarse y encontrar nuevos segmentos de negocio”, como ha apuntado Diego Fuentes, fundador y CEO de Tourism Optimizer Platform (TOP). Por ello quieren “aprovechar la coyuntura para crecer exponencialmente”.
¿Qué ventajas ofrece este segmento a los actores turísticos que apuestan por él?
Se trata de un sector con una gran rentabilidad para proveedores de servicios, destinos y agentes implicados. A pesar de que no se trata de un turismo masivo, las altas cifras que mueve por motivos de seguridad, protocolo y confidencialidad, hacen que resulten tremendamente rentable y atractivo. De hecho se calcula que los viajes gubernamentales mueven al año más de 12.500 millones de dólares de forma directa, y muchos más indirectamente. Y es que, por ejemplo, cuando un gobierno reserva servicios en un hotel, no hace uso únicamente de la habitación, sino también de los servicios de restaurante, conserje, alquiler de espacios de reuniones o exposiciones, etc.
¿Qué otros atractivos presenta para destinos y proveedores?
A colación de lo anterior, es un sector que carece de estacionalidad, lo que permite a destinos y proveedores mantener su oferta a lo largo de todo el año, y no solo en los meses “fuertes” del turismo tradicional. Es algo que hemos podido ver perfectamente durante los momentos más duros de la pandemia en los que, por desgracia, el turismo se encontraba totalmente paralizado, a diferencia de este tipo de viajes, que se realizaron (aunque de forma más militarizada) con el objetivo de llegar a ciertos acuerdos por parte de la comunidad internacional. Ejemplos de ello, los protagonizados por la UE, la ONU, OMS, proyecto COVAX, etc.
¿Este tipo de viajes repercute de alguna manera en los residentes de los destinos?
El impacto en los destinos no se centra exclusivamente en su posicionamiento o en las restricciones ambulatorias que pueda haber durante el desarrollo de una cumbre, sino que también motivan que antes, durante o después éstos desarrollen infraestructuras y políticas sostenibles de las que se benefician, como es evidente, sus locales.
“Los viajes oficiales tienen requerimientos y necesidades de seguridad, protocolo, etc. que los hacen únicos frente a otros, debido a la propia naturaleza de clientes tan singulares, y también por muchas de las características de los servicios requeridos. Son, sin duda, relevantes económica y mediáticamente”, según Diego Fuentes, fundador y CEO de TOP, miembro afiliado de la OMT con sede en Mairena del Aljarafe (Sevilla).
¿Pero la gestión de este tipo de viajes no suele salir a concurso público?
Depende de cada país, gobierno, institución, etc. Existen ocasiones en las que dentro de un mismo Gobierno los viajes de cada Ministerio los puede gestionar una agencia diferente. Y, por supuesto, también existen casos en los que la gestión integral del viaje depende exclusivamente del Gobierno o institución, sin mediación de terceros. El primer caso es más común en Europa, África y Latinoamérica; y el segundo, en países como Estados Unidos, China, Rusia y una parte de Asia, donde se contratan los servicios directamente sin necesidad de concurso. En lo que a organización de viajes se refiere, solemos trabajar mayoritariamente con países de Oriente Medio, África y Sudamérica; mientras que si nos referimos a la Certificación GITT, ya sea de destinos o de proveedores, los países y entidades europeas son nuestros principales clientes.
“En Europa existe una alta competitividad entre destinos y entre proveedores, por lo que las certificaciones y sellos son muy valorados para ganar visibilidad frente a los competidores”, como ha subrayado Diego Fuentes
¿Qué características diferencian estos viajes de los que se organizan para personas VIP?
Principalmente el estatus y rango de los miembros de las delegaciones, y el rol que ejercen en el marco del viaje. Es decir, cuando una autoridad de este tipo se desplaza a un destino concreto, con uno o varios objetivos marcados, lo hace en representación de un Gobierno, una institución, una comunidad, un territorio, etc. Ello implica una seguridad adicional, ya que se trata de figuras públicas de gran relevancia en su lugar de origen, y cuyas decisiones en el marco de estos viajes generan un gran impacto a todos los efectos: económico, social, político, mediático, etc. Además, hemos de tener en cuenta que pueden participar en actos solemnes, con todo lo que ello implica, lo que explica también que viaje con ellos un importante número de asesores. Por último, estos viajes cuentan con una agenda marcada al comienzo, pero la propia naturaleza de los miembros de la delegación motiva, en muchos casos, constantes cambios de última hora (a veces por motivos de seguridad, confidencialidad o agenda), que todos los agentes intervinientes en el viaje (organizadores, asesores, alojamiento, transportes, gastronomía, seguridad, protocolo, medios, etc.) han de coordinar.
“Este tipo de viajes supone un alto impacto mediático debido a las decisiones e importancia de estos desplazamientos, cumbres, eventos o foros, como hemos visto en la Cumbre de la OTAN en Madrid. Además tienen un gran impacto en los destinos, ya no sólo porque comportan una serie de restricciones de movilidad para sus locales, sino porque los sitúan en el mapa (Davos, Biarritz, Cornualles, etc.), incluso tratándose de destinos populares como Madrid, Berlín, Nueva York o Bruselas, entre otros”
TOP gestionó el desplazamiento de una delegación a la Cumbre de la OTAN en Madrid y, como ha reconocido Fuentes, «debido al contexto del conflicto ruso-ucraniano, el despliegue de seguridad ha sido muy superior al de otros viajes de este tipo».
¿Cuál es la principal dificultad a la que os habéis enfrentado?
Han sido varias, pero las principales, o las que más trabajo han implicado, han sido la reunión de delegaciones de países rivales en fronteras como en la franja de Gaza o en islas del Caribe; la necesidad de reestructurar por completo suites de hotel conforme a las necesidades de la delegación, llegando incluso a realizar trabajos de albañilería, por parte de profesionales y con el consentimiento del alojamiento; o solicitudes de apertura del espacio aéreo en determinados territorios y cumbres multilaterales.
Más información sobre este segmento turístico y el ejemplo de la reciente Cumbre de la OTAN en Madrid en:
– Los viajes gubernamentales, nuevo nicho de mercado para el sector turístico
– Los hoteles madrileños, blindados ante la Cumbre de la OTAN
– El impacto de la cumbre de la OTAN en los restaurantes de Madrid
Fuente: Hosteltur