Jorge Schoenenberger, CEO de Grupo Viajes El Corte Inglés, ha incidido en que “el mismo esfuerzo que estamos dedicando las empresas a la protección medioambiental, lo hagamos también con el apartado social de los criterios ESG (medioambientales, sociales y de gobernanza, por sus siglas en inglés). Schoenenberger ha participado en el I Ágora de Turismo Sostenible, junto a los máximos directivos de Meliá, Vueling y Alpitour.
La sociedad, como ha advertido el consejero delegado de VECI, “está desequilibrándose, y hay intereses detrás para que esto se produzca, por lo que los dirigentes del sector público y privado debemos actuar, pero no porque nos lo diga la Agenda 2030, sino porque si no alguien lo hará por nosotros. Las empresas debemos aprovechar el momento porque es un riesgo social muy importante”.
Para afrontar ese desafío el Grupo se ha propuesto, según ha detallado su CEO, “hacer cosas que tengan mucho impacto, teniendo en cuenta que podemos llegar a nuestros 6.000 colaboradores, ocho millones de clientes, más de 1.000 socios comerciales y más de 50 gobiernos con los que trabajamos para desarrollar destinos”.
De este modo, y con el fin de impactar con sus acciones en el mayor número de gente posible, se ha creado internamente un equipo de ESG con 23 voluntarios de todos los departamentos y geografías, que se reúne cada semana para llevar ese papel a la realidad, adoptando iniciativas que impliquen a mucha gente. “El que piensen que con su trabajo pueden hacer grandes cosas también es una forma de motivar al personal”, como ha apuntado Schoenenberger.
“Una cosa está clara: todo lo que no hagamos voluntariamente nos lo van a imponer; además de poder conseguir la implicación y el compromiso de las generaciones más jóvenes, que tienen una conciencia social más fuerte”, según ha destacado Ginés Martínez
De izq. a dcha, el moderador, Ginés Martínez, CEO de Jumbo Tours; Gabriele Burgio, presidente de Alpitour; Marco Sansavini, CEO de Vueling; Gabriel Escarrer, vicepresidente y CEO de Meliá; y Jorge Schoenenberger, CEO de Viajes El Corte Inglés.
En Viajes El Corte Inglés a partir de enero, como ha anunciado su CEO, “queremos identificar con un sello en nuestra web las experiencias que son respetuosas con la sociedad, las comunidades donde operan, y el medioambiente, para que el consumidor con sensibilidad hacia estos temas pueda identificarlas”
Pero la sensibilidad empieza a nivel interno, según ha subrayado el presidente de Alpitour World, Gabriele Burgio, fomentando por ejemplo la conciliación familiar con la posibilidad de realizar su labor en el call center teletrabajando tres años antes de la COVID. “Son miles de pequeñas cosas que se pueden hacer para generar un ambiente de trabajo más favorable”.
Otro ejemplo que ha contado: “Durante la pandemia mantuvimos los sueldos de nuestro personal en los hoteles de África, porque además sabíamos que con ese salario cada empleado mantiene a ocho o 10 personas de su familia y así nos asegurábamos el bienestar de su entorno; algo que gustó mucho a todos los trabajadores del grupo”.
Y es que, como ha asegurado Gabriel Escarrer, vicepresidente y consejero delegado de Meliá Hotels International, “las empresas que durante la pandemia han cuidado de sus empleados, que han logrado una afinidad con sus valores en su apuesta por las personas, la sociedad y el medioambiente, luego lo han tenido más fácil para retener el talento. Y además, compartir esos valores con los potenciales empleados dota de mayor atractivo a la empresa para captar talento y poder así reforzar plantillas”.
“España destaca por su capacidad de recuperación como sistema país. Gracias a la figura de los ERTE las empresas hemos podido retener el talento para poder apoyarnos en él con el fin de mantener los niveles de servicio requeridos para poder funcionar como lo estamos haciendo ahora, con los mejores niveles operativos de toda Europa”, en palabras de Marco Sansavini, CEO de Vueling
El medioambiente también impone sus desafíos
Sansavini ha explicado asimismo que “ya existe la tecnología para producir combustible sostenible para la aviación (SAF), en una primera fase a partir de residuos naturales o aceites reutilizados, que permite reducir la huella de carbono hasta en un 80% por esa reutilización; en una segunda fase, a partir de residuos plásticos u otros aceites y materias orgánicas, vegetales, con lo que puede aumentar la capacidad de producción; y la tercera fase, la más costosa y difícil de implantar, es un combustible sintético a partir del CO2 de la atmósfera que se transforma con un proceso químico, pero que por ahora es ineficiente y costoso”.
El reto, según ha recalcado, es que “ya existe la posibilidad técnica de llevarlo a cabo, pero el volumen de producción es insuficiente y el coste muy elevado. Ahora mismo sólo se puede producir el 0,1% del combustible necesario. Lo bueno es que no necesita motores diferentes, como sí ocurre con el hidrógeno, que requerirá una nueva generación tecnológica de aviones que pueden estar listos para la próxima década, para los años 2035-2040.
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Lo importante, como ha concluido, “es que la posibilidad de producir ese SAF ya existe, ahora hay que industrializarlo y abaratar la producción. Los gobiernos de Estados Unidos y el Reino Unido, conscientes de que ése es el futuro, ya han empezado a financiarlo, no sólo por una cuestión de sostenibilidad, sino para liderar ese desarrollo industrial en el mundo. En Europa vamos a necesitar 30 plantaciones para producir el combustible necesario, y o se empieza a financiar o llegamos tarde, por lo que hay que sensibilizar a todos los actores implicados”.
Fuente: Hosteltur