La temporada ha sido «en general buena» para la hostelería de España, con niveles cercanos al 2019 y el 56% de los empresarios facturando igual o por encima del año prepandemia. La recuperación podría haber sido más rápida y la rentabilidad mayor, pero los elevados precios de la energía y las materias primas, sumado a las dificultades para contratar personal, fueron una complicación este verano.
El Informe de Coyuntura presentado por Hostelería de España, en el marco de la celebración de una reunión del Comité Ejecutivo, resalta que el comportamiento de la actividad fue diferente según el tipo de establecimiento y las zonas geográficas. El alojamiento tuvo una evolución más positiva, por el impulso del turismo del que depende más directamente, mientras que el subsector de restauración se situó en torno a un 5% por debajo de las cifras de 2019.
De acuerdo a una encuesta realizada entre julio y agosto, el 37,1% de los empresarios facturó más que en 2019, un 18,9% se mantuvo igual, mientras que un 40,2% tuvo un descenso respecto al verano preCOVID.
Costes disparados
El precio de la energía subió hasta un 41,4% y los alimentos y bebidas no alcohólicas una media del 13,5% en julio, y estos incrementos de costes impactaron directamente en la cuenta resultado de los negocios. Según los datos de Hostelería de España, casi nueve de cada diez hosteleros (89%) vio su cuenta de resultados afectada por encima del 10% en julio, y de ellos un 43,2% entre un 10 y un 20%. En agosto la situación mejoró «ligeramente».
Otras noticias sobre inflación en julio y agosto
Según el 75% de los negocios hosteleros, la inflación ha propiciado una tendencia al ahorro por parte del cliente y, en consecuencia, una reducción del ticket medio y un descenso en los momentos de consumo
Escasez de personal
En el mes de mayo HOSTELTUR advertía que España se quedaba sin camareros para esta temporada y la escasez de personal fue el común denominador de todo el sector.
El 73,5% de los hosteleros tuvo dificultades para encontrar trabajadores en julio y un 68,2% en agosto, lo cual trajo consecuencias para el negocio: los empresarios no pudieron explotar el local al 100%, tuvieron que cerrar en franjas determinadas e incluso adelantar el cierre de temporada, se redujeron las mesas, espacios y reservas, y tuvieron que contratar personal que no estaba calificado. En el caso de los autónomos, la falta de personal los ha obligado a extender o doblar las jornadas.
Más noticias sobre la falta de trabajadores en turismo
España afronta un verano con un déficit de 50.000 camareros
¿Quién tiene la culpa si falta personal y hay gente en el paro?
El turismo debe reformular su propuesta para reconectar con los empleados
¿Qué ocurrirá el último trimestre?
Debido a la reducción en el margen de beneficios y la contención en el gasto de los clientes, los hosteleros temen la caída de la demanda en el tercer trimestre. En concreto, el 71,3% de los empresarios hosteleros piensa que la facturación será menor a la del 2019 y, de ese total, ocho de cada diez prevén una caída superior al 10%. El 21,7% confía en que las ventas se mantendrán y solo el 7% cree que se superarán.
Fuente: Hosteltur