El sector turístico ha cerrado el verano con altos niveles de ocupación, muy próximos a los registrados antes de la pandemia de la COVID-19. Han vuelto los visitantes internacionales y los nacionales han demostrado una vez más su importancia para esta industria. Sin embargo, la situación económica actual dificultará el turismo interno en los próximos meses, según destaca el informe ‘Think’ elaborado por el banco ING.
Los hoteles rozaron por primera vez en julio la cifra de pernoctaciones previas a la pandemia, gracias principalmente al fuerte repunte del turismo nacional -ya en abril alcanzaba los niveles de 2019-, mientras que el número de extranjeros seguía estando un 3% por detrás en julio.
Más datos sobre la evolución de las estancias hoteleras
–Las pernoctaciones hoteleras en julio rozan los niveles prepandemia
–Las pernoctaciones de abril crecen un 507% y superan los 25 millones
El incremento de los precios hoteleros (+16,4% interanual) no frenó a las familias en sus deseos de viajar este verano. Sin embargo, la fuerte caída de la confianza del consumidor muestra que los ciudadanos están cada vez más preocupados por la alta inflación y pueden comenzar a reducir sus gastos en turismo.
Dicho indicador cayó en julio por debajo de los niveles registrados durante la crisis sanitaria, lo que demuestra una creciente preocupación por la escalada de los precios, según señala el informe ‘Think’ de ING.
Aunque mejoró ligeramente en agosto, la confianza del consumidor sigue siendo históricamente baja y es significativamente inferior a la media de la zona euro. Datos que suponen un riesgo para la recuperación del turismo a corto plazo, ya que la mitad de las reservas de las estancias hoteleras corresponden a los españoles.
Hasta la recuperación de los visitantes internacionales, el tirón de los desplazamientos domésticos venía compensando en parte la falta de turismo internacional. Éste ha vuelto a visitar los destinos españoles, pero también se enfrenta al desafío de la elevada inflación. El estudio recuerda que uno de cada tres turistas extranjeros procede del Reino Unido y Alemania, dos países que se han visto muy afectados por la crisis energética.
En este contexto, el estudio señala que es probable que la contribución del turismo a la economía española disminuya en los próximos meses a medida que la eurozona se dirige hacia la recesión. Incluso más allá de 2023, el entorno económico desfavorable seguirá lastrando al sector turístico español, de acuerdo con el informe.
Más datos sobre la situación económica y el turismo
– Los TTOO alemanes asumen una escalada de precios hasta el próximo verano
–El crecimiento económico se estancará antes de final de año en la eurozona
Fuente: Hosteltur