La Asociación Empresarial Hotelera y Turística de la Comunidad Valenciana (HOSBEC) ya da por hecho que este verano no se alcanzarán los niveles de pernoctaciones de antes de la pandemia, ante un arranque de la campaña de verano complicado por factores económicos, sanitarios y logísticos.
Tras el balance de la segunda quincena de junio y las previsiones para la primera de julio, «se retrasa la posibilidad de igualar los datos de 2019», señala la patronal.
Los hoteleros admiten que los destinos turísticos de la Comunidad Valenciana se mantienen «fuertes», pero «todavía queda mucho trabajo de reconstrucción y no podemos dar por superada la crisis».
Previsiones para el verano 2022:
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En concreto, apunta como principales obstáculos para la recuperación a las huelgas y conflictos en aeropuertos británicos y europeos, el repunte de la séptima ola de contagios de la COVID-19, la alta inflación y la complicada situación económica.
Todo ello está influyendo en las reservas hoteleras, «que todavía no alcanzan ritmos prepandemia», advierte.
Detinos
Benidorm roza el 84% de ocupación media en la segunda quincena de junio y se queda a 6 puntos de los datos de 2019.
El resto de la Costa Blanca sí cumple con la expectativa con un 80,1% gracias al fuerte empuje del mercado nacional y supera por algo más de un punto los datos de 2019.
La provincia de Valencia registra el mejor dato de ocupación de toda la comunidad, con un 86,7%, y Castellón continúa su crecimiento, rozando el 73% de ocupación media en sus hoteles.
Playa de Benidorm, el pasado 17 de junio. Imagen: Turismo de Benidorm.
Las previsiones para la primera quincena de julio anuncian una situación muy parecida. «Todavía quedan muchas camas por vender aunque los colchones de reservas actuales invitan al moderado optimismo», señala la asociación.
Benidorm tiene reservado más del 81% de su capacidad hotelera, el resto de la Costa Blanca, el 73,1%, Valencia, el 82,6%, y Castellón, el 68%.
Fuente: Hosteltur