Seis meses de guerra en Ucrania: así evolucionan los indicadores económicos

Cuando han transcurrido seis meses desde el inicio de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, que comenzó el pasado 24 de febrero, sigue habiendo una gran incertidumbre económica en toda Europa. Para España, las principales consecuencias se evidencian en una inflación disparada y en un proceso de desaceleración económica.

Los indicadores macroeconómicos reflejan que el PIB resiste a pesar de la guerra, aunque se vislumbra un otoño complicado, lo mismo que ocurre con la creación de empleo, cuya evolución es positiva, pero empieza a dar muestras de fatiga. La inflación, sin embargo, sigue al alza y en la tasa más alta en casi cuarenta años

Inflación

El IPC se disparó hasta el 10,8% en julio, seis décimas por encima de la registrada el mes anterior y la más elevada desde septiembre de 1984, debido principalmente a la subida del precio de la electricidad en casi un 50% respecto a julio de 2021 (más datos en La inflación de julio, la más alta en 38 años).

Un incremento que ha sido impulsado principalmente por el encarecimiento de los productos energéticos (41,4%), además de por otros servicios vinculados al turismo, como los hoteles y pensiones (33,8%), los vuelos internacionales (21,6%) o los paquetes turísticos (17,9%).

Respecto la inflación subyacente, que no incluye ni alimentos frescos ni energía, se sitúa en una tasa del 6,1%, la más alta desde enero de 1993.

PIB

Entre abril y junio la economía aceleró el ritmo de crecimiento, con un avance del 1,1%, que supone nueve décimas más que el registrado en el primer trimestre. Estuvo impulsado por el rebote del gasto de los hogares, a pesar de la elevada inflación.

El consumo de las familias se ha recuperado un 3,2%, después de que cayera en el primer trimestre ante la desconfianza generada por la sexta ola de COVID-19 y el estallido de la guerra en Ucrania, lo que provocó un frenazo en seco del avance del PIB (0,2%) que venía de registrar tasas superiores al 2% en los dos trimestres previos.

Confianza del consumidor

La confianza de los consumidores en la economía española se hundió en julio hasta el nivel más bajo desde marzo, lastrada por la peor valoración de la situación actual y, en especial, de las perspectivas a seis meses para la economía en general.

El índice de confianza del consumidor (ICC) del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) se situó en julio en 55,5 puntos, 10,4 puntos menos que en junio y muy por debajo de los 100 puntos que separan la percepción positiva de la negativa, un umbral que no se rebasa desde junio de 2019.

La economía española resiste aunque se frena su crecimiento.

Empleo

La tassa de paro cayó al 12,48% en el segundo trimestre del año, el registro más bajo desde finales de 2008, después de que 255.300 personas salieran del desempleo y se contabilizaran 383.300 nuevos ocupados, según la Encuesta de Población Activa (EPA). Un análisis que concluye que el empleo en turismo aumenta un 16,8% en el segundo trimestre.

No obstante, los datos de afiliación a la Seguridad Social de julio muestran un comportamiento negativo, ya que en julio se perdieron 7.366 afiliados en términos medios, el primer descenso para este mes de la serie que arrancó en 2001.

Con esta evolución, el número total de ocupados se queda en 20,34 millones, mientras que 2,88 millones de personas están registrados en las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), según los Ministerios de Trabajo y de Inclusión y Seguridad Social.

Electricidad

La electricidad cerró la semana pasada con una subida de más de un 5%, hasta los 219,21 euros el megavatio hora (MWh), un repunte que puso fin a una racha de cinco descensos consecutivos.

Está previsto que este miércoles se produzca un incremento próximo al 20%, hasta los 436,25 euros el megavatio hora (MWh), su cuarto precio más alto desde que hay registros, según los resultados de la subasta en el mercado mayorista o pool y el ajuste a abonar tras el tope al gas para compensar a las centrales que usan esta materia.

Este precio es el más elevado desde que entró en vigor el tope al gas -15 de junio-, y el más alto desde el pasado 9 de marzo (544,98 euros/MWh), casi dos semanas después del inicio de la invasión rusa de Ucrania.

Carburantes

La gasolina y el gasóleo han registrado una tendencia a la baja en los últimos dos meses, y junto a la bonificación de 20 céntimos por litro de combustible aprobada por el Gobierno, han permitido a los consumidores tener un pequeño «respiro» durante el puente de agosto más caro de la historia.

Según los datos difundidos a finales de la semana pasada por el Boletín Petrolero de la Unión Europea (UE), la gasolina se vendía en España a una media de 1,597 euros el litro, mientras que el gasóleo lo hacía a 1,606 euros.

Estos precios, pese a que son los más altos registrados en la serie histórica para un puente de agosto, son un 18% y un 15% inferiores, respectivamente, que las cifras récords que marcaron la gasolina y el gasóleo al inicio del verano, lastrados por la invasión rusa de Ucrania.

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Fuente: Hosteltur

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