La llegada de viajeros chinos a España presentaba un crecimiento sostenido hasta la irrupción de la COVID-19. Nos visitaban unos 700.000 y se podría haber llegado al millón en 2020 si la pandemia no hubiera cambiado el rumbo del turismo, según indica Lorenzo Palomares del Cerro, CEO y fundador de la empresa ChineSpain, que recientemente impartió una masterclass en Hosteltur Academy. No obstante, «va a haber un boom en cuanto China abra porque la gente no está viajando y está ahorrando», añade.
El turista chino es uno de los viajeros más codiciados por los destinos y al que más se está echando de menos en la reactivación del turismo internacional, ya que China permanece cerrada. ¿Por qué es tan importante este mercado?
Mucha gente no da importancia a este mercado porque su volumen no es muy elevado, pero ningún mercado ha crecido tan rápido. Hemos pasado de los 25.000 turistas que llegaron en 2004 a posiblemente el millón que hubieran llegado en 2020 si no hubiera sido por la pandemia. Es previsible que se alcancen los dos o tres millones dentro de unos 10 años. Por tanto, más que en valores absolutos, es interesante fijarse en su crecimiento.
¿Qué supone para los destinos?
Es un turista especialmente importante para desestacionalizar, por el tipo de productos que busca y por su nuevo perfil como turista. Viaja fuera de temporada, sobre todo en octubre, coincidiendo con la denominada Golden Week, y en enero o febrero, con la celebración del Año Nuevo chino; luego hay un pico hacia mayo. Gasta más de lo habitual y en cosas diferentes. Busca marcas, pero no solo de lujo, valora los productos artesanales, que tengan una larga historia… Por otro lado, está cambiando mucho su perfil. Ya no es el turista que viaja en grupo y visita muchos sitios en pocos días, ahora viaja más por su cuenta y no viene con todo reservado, está abierto a lo que el destino le ofrece.
¿Se puede hablar entonces de un turista más maduro?
Se han juntado dos cosas, un mercado que ha madurado internamente y destinos que están cada vez más preparados para que el turista chino nos visite y esté cómodo. Hay cartelería en chino, hay gente que habla algo de chino, se admiten sus pasarelas de pago, pueden reservar de la manera en que suelen hacerlo… Hasta 2004 en China ni siquiera era legal salir fuera del país. Ese año se aprobó una normativa que facilitó la emisión de visados para que los turistas viajaran fuera de una manera fácil. Por tanto, la generación anterior no había salido de China nunca. Además, la imagen que hay en China del exterior no siempre es positiva y eso generaba que la gente saliera en viajes organizados. Ahora muchos chinos han estudiado en Europa o en Estados Unidos, sus padres han salido para visitarlos e incluso muchos han hecho ya varios viajes fuera de China.
Además, es un turista muy digitalizado…
En China se han saltado un paso. Han pasado de pagar en efectivo a pagar por móvil, casi sin pasar por la tarjeta de crédito. En China todo el mundo utiliza el pago por móvil. El hecho de haberse saltado un paso, hace que lo digital lo hayan absorbido de una manera mucho más rápida, al tiempo que en China el mercado es mucho más ágil a la hora de generar innovación. La gente está muy abierta a las nuevas tecnologías, y eso hace que el mercado esté mucho más digitalizado que el americano o el europeo.
Se han hecho esfuerzos por adaptar los destinos, pero, ¿estamos realmente preparados para recibir a este visitante?
Queda mucho por hacer. Iniciativas como que haya folletos en chino o que un restaurante tenga la carta en chino están muy bien, pero es casi lo último que hay que hacer. La política de visados que tiene España es mucho más ineficiente que la que tienen Italia o Francia, por ejemplo. Es importante impulsar una política de visados más ágil, se tarda mucho, el papeleo es muy incómodo… Y luego, las conexiones. Es imposible competir con los vuelos que unen China con otros países europeos, como Alemania, Francia o Italia. Aunque se hagan cosas en el destino, si no se corrige lo más grave no vamos a ningún sitio.
En la sociedad de la digitalización, no se entiende por qué no se agiliza este proceso.
Creo que pasan dos cosas. Por un lado, no hay recursos. Turespaña, que es quien tiene que mover estas cosas en China, no tiene suficiente personal allí. Hay muchos más recursos dedicados a Alemania, Francia o Reino Unido que a China. Además, siempre ha habido muchas quejas sobre la falta de eficiencia de la empresa con la que trabaja España en China.
Al final va todo unido, si el visado es lento, las compañías aéreas tampoco se la quieren jugar poniendo conexiones, nadie quiere llevar un avión vacío
Su empresa ahora trabaja con Aena para avanzar en digitalización.
Aena ha dado un gran paso al digitalizar los aeropuertos para los turistas chinos, porque permite que puedas llegar a un montón de gente, que no es lo mismo que hacerlo de una manera atomizada a través de un restaurante o un museo. Tenemos un contrato con Aena de dos millones de euros para hacer que cuando este turista llegue, tenga acceso a cualquier cosa que haya dentro y fuera del aeropuerto, que tenga información de la ciudad, poder comprar, poder saber qué pasa si le roban…
Antes de la pandemia se estaba mejorando y ahora hay una oportunidad. Es un mercado que ha estado parado y es interesante ver cómo se posiciona España después de la pandemia para intentar coger ventaja en cosas que no la teníamos
Teniendo en cuenta las medidas tan estrictas que se han impuesto en China para combatir el coronavirus, ¿cómo les afectará el factor de la seguridad cuando vuelvan a viajar?
Son los más estrictos con el tema de la seguridad sanitaria. En China las políticas para entrar y salir son muy estrictas, han llegado a tener cuarentenas de un mes, sellar edificios si alguien tenía COVID en un bloque de viviendas… Teniendo en cuenta estas circunstancias, no creo que los turistas vayan a viajar alegremente, pero también es cierto que al ser el país más restrictivo, cuando China abra, igual los chinos asumen que si abre es porque entiende que el mundo es un lugar seguro para viajar.
¿Cuándo abrirá sus fronteras?
No puede tardar mucho, hay quien dice que abrirá a finales de año, otros dicen que para el Año Nuevo chino. Lo cierto es que China no puede estar cerrada mucho tiempo más, necesita tener tráfico de viajeros. Además, la gente, a nivel interno, está quemada. No creo que tarde mucho en abrir, es un país que pasa del blanco al negro en un momento, y es posible que, de repente, diga que no hay pandemia sin que nadie lo haya visto venir.
Hay ganas de viajar…
Si nosotros tenemos ganas de viajar, con los confinamientos y cuarentenas que han sufrido los chinos, las ganas que tienen de viajar son mucho más grandes que las nuestras. Creo que al final se normalizará, los chinos tendrán sus cuidados. Dicen que va a haber un boom en cuanto China abra porque la gente no está viajando y está ahorrando. También hay muchos chinos fuera que no han vuelto, hay familias que tienen hijos estudiando fuera…
El día que China levante la mano, supongo que pasará como en Europa que parece que la pandemia ha desaparecido de un día para otro
¿Sabemos negociar en España ahora o estamos más preparados para hacer negocios con China
En general, no conocemos casi nada de China porque es un mercado muy lejano y porque nunca hemos tenido mucho interés comercial. La gente no entiende todavía que es un país rico y que la población de China tiene mucha capacidad de gasto. Para muchos sigue siendo un país vendedor, en el que comprar cosas baratas para luego traer a Europa. Pero creo que vamos entendiendo más cómo funcionan los chinos, vamos eliminando prejuicios, barreras… China es un país que ha crecido tanto en tan poco tiempo que ha pillado a todo el mundo un poco a contrapié, pero no creo que eso sea un problema solo de España, sino que es en general.
Fuente: Hosteltur